ADHUE
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HISTORIA

Desde que ADHUE se fundó, se han sucedido varios proyectos de voluntariado, tanto a nivel local como internacional.
​Los voluntariados nos han ayudado a crecer como estudiantes y personas.

Aquí podemos ver el recorrido histórico de los proyectos.

Voluntariado en Tanzania

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¡Mambo Rafikis!

En los dos meses que hemos tenido la oportunidad de convivir, descubrir y aprender en la fantástica ciudad de Arusha, en Tanzania, hemos sido partícipes del desarrollo de una comunidad; del esfuerzo de ciertas personas que, tanzanas o españolas, han querido dejar allí su huella; de la ilusión y la sonrisa de más de 80 niños que nos han agradecido con su esfuerzo cada mañana el trabajo que hacíamos; y sobre todo, hemos sido partícipes de una oleada de solidaridad que creo que ninguno de los voluntarios podría haber llegado a imaginar.

Esa solidaridad empezó en Madrid muchos meses antes, cuando a través de la Asociación para el Desarrollo Humanitario y Estudiantil (ADHUE) y gracias también a su ayuda y donación pudimos traer a Tanzania 700€ para utilizarlos en lo que considerásemos útil y necesario.

El primer proyecto con el que nos encontramos fue el programa “Teach and Feed Tanzania” creado por el equipo de Rafiki Hostel, el cual y gracias a la ayuda de Nancy, una joven tanzana que prestó su casa y sus ganas también a la realización de esta idea, pudimos proporcionar una educación y una comida diaria a niños que no iban nunca al colegio por la situación económica de sus familias.

​Nuestra primera semana en Tanzania fue de jornadas de registro, en la que los padres de los niños, visto un anuncio que dejaron desde Rafiki Hostel por el barrio, se acercaron a este hostal para inscribir a sus hijos. No fue fácil tener que decir a más de 30 niños que no teníamos capacidad ni medios para aceptarlos, y aun así ampliamos nuestro aforo de 50 a más de 80 niños cuya situación nos parecía especialmente dura. 

Fue esa semana cuando el dinero de ADHUE obró su primer milagro: comprar más de 200 kilos de comida para alimentar a esos 80 niños durante los dos meses que duraba “Teach and Feed”. El segundo no tardó tampoco en llegar: remodelar un cobertizo que hacía las veces de clase en casa de Nancy para convertirlo en un espacio cerrado, colorido y estimulante en el que los niños pudiesen empezar a enamorarse de las letras y los números. Gastamos en ello 346 euros.

El primer mes de julio lo empleamos en hacer “Teach and Feed” un lugar donde los niños jugasen, se divirtiesen y aprendiesen a la misma vez. Tuvimos que lidiar con pequeños que nunca habían cogido un lápiz, que no sabían dibujar en un papel, que no estaban acostumbrados a estar tantas horas en un mismo espacio o que simplemente no entendían lo que les querías decir y te obligaban a aprender suajili a una velocidad insospechada. Sin embargo, su evolución ha sido estratosférica y podemos decir que en estos dos meses el cambio en la mayoría de ellos ha sido realmente grandioso. Hemos intentado enseñarles algo de inglés, ellos han hecho de profesores con respecto a nuestro suajili y hemos pintado, jugado con música, con agua, con globos... nos hemos reído y hemos hecho fiestas con chuches o incluso nutella. 

Lo que si que ha sido una constante es la alegría con la que todos recibían la hora de la comida. El ritual era sencillo: lavarse las manos, sentarse, comer, recoger su plato y lavarse las manos de nuevo. La coordinación y la obediencia con la que actuaban era admirable y seguro que algunos niños europeos podrían tomar buena nota de ella. 

Me atrevo a decir que la remodelación de la clase a ayudado con creces a crear un ambiente de estudio mucho mas estimulante y único (que además se va a aprovechar para la nueva escuela), y que sin ese dinero de ADHUE uno de los pilares fundamentales de “Teach and Feed”, la comida diaria, hubiese sido muy difícil de conseguir.

A mediados de julio, tras un mes saltando un río de aguas residuales cerca de casa y del colegio, y tras ayudar a muchas bicicletas a cruzarlo, decidimos que sería una gran ayuda para la comunidad hacer un puente ahí. Para ello tuvimos la ayuda del director de Kadogoo Hostel el cual, con la colaboración de todos los vecinos, construyeron la mayoría del puente. Sin embargo, les faltaban fondos para poder terminarlo y garantizar así que con las primeras lluvias no desapareciese. Fue entonces cuando pudimos intervenir y utilizar 44 euros del dinero de ADHUE para comprar la grava que faltaba para terminarlo. El puente ha beneficiado a todo el barrio y ha creado una vía de conexión entre las dos calles que lo enmarcan y son paralelas: Morombo road y Ngusero road.

Justo a finales de mes hablando un día con Nancy (la tanzana que recordamos nos cedió su casa para realizar “Teach and Feed” y que disponía ya en ella de una pequeñísima clase en la que atendía durante el curso a 30 niños sin recursos) nos repitió lo que llevaba mas de un mes contándonos: que tenía el sueño de construir una verdadera escuela en su casa. Sin embargo ella necesitaba dinero para poder realizarlo. Fue entonces cuando decidimos que había que hacerlo ¡ya! y conseguir fondos para ello. La escuela “Upendo Orphanage and Nursery School” ha tardado dos semanas y media en construirse. Dispone de dos aulas totalmente amuebladas, con pupitres, sillas y armarios. Gracias a la solidaridad de muchos amigos y familiares y, también de ADHUE, hemos podido alcanzar el presupuesto que teníamos marcado: 2600 € y superarlo con creces, llegando a recaudar más de 3400€, lo que nos ha servido para, no solo amueblar, sino poder poner puertas y ventanas, algo que descartamos en un primero momento por su elevado coste. 

Cada persona que ha querido ayudar en este proyecto, con dinero o con trabajo, tiene un ladrillo en la pared de la escuela con su nombre, para que pueda sentir que efectivamente ese granito de arena existe y es tangible. Este magnífico proyecto contribuirá a que los niños de “Teach and Feed” puedan continuar sus estudios después del verano ya que Nancy ha establecido una cuota irrisoria para que ellos puedan acceder al colegio y además pretende “becar” a ciertos alumnos que no puedan pagar ni siquiera eso.

Al comenzar la obra, como no habíamos iniciado todavía la campaña de crowdfunding, los 310 euros que nos quedaban de la aportación de ADHUE fueron fundamentales para poder continuar con ella los primeros días y no tener que parar por falta de fondos. Sin embargo, aunque las aportaciones empezaron a llegar de inmediato tras abrir la página de Facebook de la escuela (https://www.facebook.com/upendo.orphanage.nursery.school?fref=ts) nos vimos bastante apurados algunos días. Por ello, no dudamos en pedirle algo más de dinero a ADHUE, la cual decidió aumentar esa donación en 180 euros más. Esta última aportación fue decisiva para poder continuar en ese momento con la obra y cubrir los sobrecostes a los que nos enfrentábamos. Aunque después nos hemos visto con más dinero del esperado este no ha sido dinero “de sobra”, sino que nos ha ayudado a completar algo que veíamos imposible: amueblar, pintar y colocar ventas y puertas de las dos aulas.

Este es el resumen de nuestros dos meses de estancia. En primero lugar gracias a Tanzania por darnos la oportunidad de vivir una experiencia única y sumamente enriquecedora. En segundo lugar gracias a todos los voluntarios y personas que desde Tanzania o España con su trabajo y su dinero han colaborado en “Teach and Feed” y más tarde en “Upendo”. Por último gracias a ADHUE por prestarnos en primer lugar una plataforma para recaudar fondos, con los mercadillos de libros y los tartazos solidarios, y en segundo lugar por donar parte de sus fondos para alimentos y la construcción de una escuela que más que un edificio es un sueño para los 90 niños que disfrutarán de ella. 

Nuestro último consejo es simple: No lo dudéis. Llegar a Tanzania es como llegar de nuevo a casa, todo el mundo te abrirá sus puertas y sus corazones en una oleada de simpatía y amabilidad que provocará que el día de tu vuelta a España ellos se queden con una parte muy importante de ti allí, lo que sin duda nos obligará a volver. 

Asanteni sana.
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Comida para chuparse los dedos
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Jugando en Teach and Feed
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Arroz para la comida
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Ladrillos en la pared de la nueva escuela con los nombres de los donantes
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Maria con los niños
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Judias para la comida
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Camión con los ladrillos
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Brochas para pintar la escuela

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Reparto de material escolar
En el mercadillo solidario de libros, ADHUE recaudó material escolar para que los voluntarios los llevasen a Tanzania para la escuela.
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Nueva aula
Gracias a la donación de ADHUE y más dinero recaudado, los voluntarios han ido construyendo una nueva escuela para dar las clases este curso escolar. 
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Proyecto "Teach and Feed"
Los alumnos con falta de recursos económicos han asistido a clases y recibido su comida diaria en el campamento de verano. Se conformaron con dar clase a los alumnos en una lonas en el suelo a modo de mesa mientras se construía la nueva escuela.
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Construcción del nuevo puente
La construcción de un nuevo puente que ha evitado saltar por aguas residuales. Gracias a el, se ha beneficiado todo el barrio y ha creado una vía de conexión entre las dos calles que lo enmarcan y son paralelas: Morombo road y Ngusero road.

Finalmente... ¡LOS VOLUNTARIOS CONSIGUIERON SU META CONSTRUYENDO LA NUEVA ESCUELA!

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Entrevistas a los voluntarios

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ALEJANDRO

¿Qué te ha parecido la experiencia de hacer voluntariado en Tanzania?
Algo increíble. Con ganas y esfuerzo se pueden hacer muchísimas cosas allí que supondrán un cambio a mejor para mucha gente. Además, creo que no es solo una experiencia en la que vas a dar, sin recibir nada a cambio, se trata de un enriquecimiento recíproco. Me explico. Tanto el voluntario como los locales aprenden: quizás los voluntarios lleven conocimientos, dinero y técnica, pero los voluntarios también aprenden una manera distinta de vivir la vida, de pensar, y cómo enfrentarse a los imprevistos diarios con paciencia, mucha paciencia. Porque en África el tiempo discurre a otro ritmo, al contrario de la acelerada vida que tenemos en Europa. Hay miles de improvistos y un sencillo plato de comida puede tardar 4 horas en llegar a tu mesa, y ni hablar de las interminables negociaciones para comprar casi cualquier cosa. Pero aun así, lo acabas echando de menos. Yo hasta he intentado regatearle a la cajera del mercadona, pero nada, no hay manera. 

Lo mejor de toda la aventura
Lo mejor, como no, es poder ver la escuela terminada, ¡y hasta con sus ventanas y todo! Ahora, los niños del barrio podrán tener acceso a una educación adecuada en unas condiciones dignas. Sé que no es más que un grano de arena en el desierto, pero grano a grano es como se cambian las cosas. La verdad es que no tengo palabras para expresar el agradecimiento que tengo a todas aquellas personas que colaboraron para poder hacer posible este proyecto. Y como no, a ADHUE, que también hizo una importante aportación ;) 

Una anécdota alegre
Hay decenas: ver a niños que apenas tienen nada, repartir un pequeño paquete de galletas en trozos diminutos entre casi 80 de ellos en el patio del cole, el señor que te pregunta si en España tenemos maíz, apenas pudiendo contener la curiosidad, unos huérfanos que de repente te cantan la macarena en español… Pero me quedo una de las últimas mañanas, en que unos niños, que solíamos visitar por las tardes, vinieron solos desde casa a primera hora de la mañana porque sabían que nos íbamos dentro de poco. Les dimos algo de comer y un vaso de zumo a cada uno y luego jugamos un rato con ellos, que estaban locos de emoción.

¿Ha sido enriquecedor?
Ha  sido una de esas experiencias únicas en la vida, de las que cambian tu manera de pensar y de ver las cosas. La gente que conoces, las lecciones que aprendes… Todo tiene una carga emocional enorme. Es impresionante como se puede ser feliz en un lugar sin ningún tipo de alumbrado público, cortes continuos de agua y luz, sin calles asfaltadas, alcantarillado... En definitiva, descubres que la felicidad se esconde en no tomarse la vida demasiado en serio, y que se puede ser feliz en casi cualquier lugar y situación, y por ello ves como esa gente, que vive en tales condiciones y soportando en ocasiones dramas terribles, son capaces de levantarse cada día y ponerle una sonrisa a la vida. Quizás sea por eso que África engancha.

¿Qué piensas de la colaboración con ADHUE?
La verdad es que sin el apoyo de ADHUE, quizás no podríamos haber hecho tantas cosas como hicimos. Estoy muy contento con su apoyo, y espero que esto no sea más que el comienzo, y que sigan dando este tipo de apoyo por mucho tiempo. Y animo a todo el que quiera colaborar como nosotros a hacerlo, porque desde luego, no se van a arrepentir.


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MARíA JOSÉ

¿Qué te ha parecido la experiencia de hacer voluntariado en Tanzania?
En mi opinión, la experiencia de voluntariado en Tanzania ha sido insuperable, inmejorable e increíble. Creo que ha sido la mejor decisión de mi vida, por todo lo que me ha aportado, enseñado y las miles de experiencias que en un país como España no habría vivido.

Lo mejor de toda la aventura
Lo mejor de la aventura no lo sabría concretar. Contestaría que todo, pero sobre todo, la gente con la que hemos tratado y conocido. Ha sido un punto muy fuerte. Y lo mejor ha sido estar en Africa, salir a la calle, saber que estás en Africa y la adrenalina de saber que cualquier cosa puede pasar. Ningún día te vas a acostar sin haber hecho algo o que te haya pasado algo que vayas a recordar el resto de tu vida.

Una anécdota alegre
Como anécdota alegra ha sido cuando por las mañanas entrábamos en el programa de Teach and Feed y venían todos los niños corriendo a darnos un abrazo como si no nos hubiesen visto en un mes (y eso que nos habían visto el día anterior) con una alegría y un despertar que te alegraban todo solo con eso; con todo el amor y cariño, eso no está pagado de ninguna forma.

¿Ha sido enriquecedor?

Fue enriquecedora al 100 por 100. Nada de lo que haya hecho otros veranos me ha dado lo que me ha dado Tanzania.

¿Qué piensas de la colaboración con ADHUE?
La colaboración de ADHUE para el desarrollo del programa Teach and Feed fue fundamental por que con la financiación nos dio para adquirir gran parte de lo que necesitábamos y luego más tarde para la obra del colegio. 

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CARMEN

¿Qué te ha parecido la experiencia de hacer voluntariado en Tanzania?
Mi experiencia en Tanzania creo que la puedo definir como inolvidable. Creo que ha sido uno de los viajes que más bonitos van a ser de mi vida. Me ha aportado muchísimas cosas que jamas podría haber aprendido en España. Me parece una experiencia única que hay que vivir. Si la gente de verdad la puede vivir, que lo haga. Ahora siempre que pienso en Tanzania pienso con una sonrisa y muchísima pena de no estar allí por que de verdad ha sido mágico. 

Lo mejor de toda la aventura
Creo que Tanzania en sí ha sido una aventura muy grande y cada día que te despiertas en la cama tienes diferentes cosas que hacer, como un niño que te saluda por ejemplo. Son pequeñas cosas que cada día hacen que tu día sea muy especial y diferente. No puedes decir que haya una aventura mucho más especial por que todo en sí es especial. No ha habido un día en Tanzania que me haya levantado y no me haya dicho hoy va a ser un día genial.

Una anécdota alegre
Creo que los niños siempre te dan anécdotas alegres. Me acuerdo de una niña llamada Mulhat, que era una niña super elegante, que entre una pelea de agua pasaba sin mojarse la falda con una gracia que nunca había visto antes. Me acuerdo haciéndole cosquillitas a Emanuel y de Godwin y su ansia de tener su sillita consigo hasta en las filas. Hay mil anécdotas y muy alegres todas, por supuesto. 

¿Ha sido enriquecedor?
Si, si, si. Es imposible que dijera lo contrario por que realmente te hace ver las cosas desde un punto de vista muy diferente y te hace pensar que se puede ser feliz con mucho menos pero con mucho mas corazón y alegría. 


¿Qué piensas de la colaboración con ADHUE?
Pues no se puede mas que reconocer que nos fue imprescindible para darles de comer a estos niños durante el mes y medio que duro la comida de ADHUE y de hecho hemos podido dejar una clase totalmente pintada y remodelada que creo que los niños también lo agradecerán. Y por supuesto, la colaboración con la comunidad, con la construcción del puente y con la escuela, sin duda, que es el último gran proyecto que hemos dejado en Tanzania. Me ha parecido muy buena y fundamental. 

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